lunes, 30 de abril de 2012

Río de carne blanca


Crujientes flores,
árboles tibios,
mariposas que aullan.
Melancólica piel que duerme,
libros sepultados,
pezones con pétalos,
calles sin pisos,
los senos de la luna
y el semen del sol que aún no llega.
Tu amor que me muerde
y ese espacio tuyo
que a mí me mira.
Te escribo a ti
la de ojos fijos,
río de carne blanca.
Si te pido que me mates
ámame
y si te pido que me ames
mátame.
Ahora mira bien y entiende,
que yo deseo estar muerto.